Los Reflejos del Agua
Exposición de óleos realizada en Vialia Estación de Salamanca, el Centro Comercial de la estación ferroviaria de la ciudad homónima, del 7 al 21 de julio de 2008.
Fue una exposición de pintura realizada conjuntamente con otros tres artistas de la Facultad de Bellas Artes de Salamanca. Cada uno de nosotros expuso sus obras de manera individual durante unas dos semanas, aproximadamente. La primera en exponer fui yo y después mis compañeros me fueron sucediendo. Así, tuvimos nuestra exposición individual, pero, al mismo tiempo, colaboramos entre todos durante el verano completo.
A continuación, exhibo una recreación de la que fue mi exposición virtualmente. Además de los cuadros y estudios de óleo, la muestra se complementa con una serie de textos de diferentes artistas, incluyéndome a mí, que dan un mayor sentido a la obra.
Asun Roma
La naturaleza es sabia y pone todo en su lugar. Los paisajes son mi fuente de inspiración. Pero no me fijo en la realidad aparente que vemos, si no en los reflejos del agua, en los días de niebla o de lluvia, en esas cosas que vemos, pero no nos damos cuenta de que están ahí.
Plasmo paisajes de la vida cotidiana con elementos que vemos a diario en una ciudad como pueden ser los coches, la carretera, los árboles y, lo más importante, las personas, a las cuales las pinto como fantasmas para que se integren en el ambiente de nubosidad que creo. Me interesa que mis cuadros sean una ventana en un día de lluvia o niebla. De ahí que no se vean con claridad. Me gusta que el espectador se relaje con ellos, que sienta la calma y la tranquilidad y que, además, tenga que pensar que es lo que ve.
Los elementos que son más importantes para mí son la nubosidad, los reflejos que evoca el agua, la tranquilidad y la suavidad de los paisajes, y que las personas formen parte de todo esto. Así, aparecen como una imagen indefinida integrándose en mis reflejos de la naturaleza.
Antonio Machado
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Galerías
XC
Los árboles conservan
verdes aún las copas,
pero del verde mustio
de las marchitas frondas.
El agua de la fuente,
sobre la piedra tosca
y de verdín cubierta,
resbala silenciosa.
Arrastra el viento algunas
amarillentas hojas.
¡El viento de la tarde
sobre la tierra en sombra!
XCI
Húmedo está, bajo el laurel, el banco
de verdinosa piedra;
lavó la lluvia, sobre el muro blanco,
las empolvadas hojas de la hiedra.
Del viento del otoño el tibio aliento
los céspedes undula, y la alameda
conversa con el viento…
¡el viento de la tarde en la arboleda!
Mientras el sol en el ocaso esplende
que los racimos de la vid orea,
y el buen burgués, en su balcón enciende
la estoica pipa en que el tabaco humea,
voy recordando versos juveniles…
¿Qué fue de aquel mi corazón sonoro?
¿Será cierto que os vais, sombras gentiles,
huyendo entre los árboles de oro?
Asun Roma
¿Qué vemos en un día de lluvia?
Las gotas caen velozmente,
se deslizan con toda calma por los coches,
las hojas de los árboles se empapan de sabiduría,
de sabia naturaleza.
Todo brilla entre reflejos,
los trozos de agua transforman la realidad,
vemos otra visión de nuestro alrededor,
las gotas la distorsionan
pero sigue siendo nuestro paisaje.
Hagamos que llueva,
amemos la lluvia.
Bill Viola (Videoartista)
Nota, 1976
“Una tarde lluviosa iba yo caminando hacia mi casa de Nueva York cuando tuve que pararme a limpiar las gotas de lluvia de mis gafas. Mientras sujetaba las gafas para limpiarlas pasó junto a mí un coche e inmediatamente observé la imagen de sus faros a través de las pequeñas gotas de lluvia adheridas a la superficie de los cristales. Miré con más atención. Pasó otro coche. Podía ver claramente dentro de cada gota una pequeña imagen perfecta de la calle con las luces y los coches que pasaban. Limpié las gafas y me las puse para poder ver. Miré alrededor y vi que las gotas de agua que había en el capó de un coche aparcado también reflejaban la escena de la calle. De hecho, me di cuenta de que cada gota de agua, incluso las de la lluvia que caía, hacía lo mismo. Ver las imágenes en las gotas de los cristales de mis gafas me ayudó a darme cuenta de que esas imágenes no eran reflejos, si no imágenes ópticas. Cada gota se comportaba como una pequeña lente gran angular que creaba una imagen del mundo alrededor. Entusiasmado, volví corriendo al estudió, cogí la cámara de vídeo y empecé a experimentar aumentando la imagen de la gota de agua.”
Antonio Machado
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Nuevas Canciones
CLXI
Proverbios y cantares
LXXXVII
¡Oh Guadalquivir!
Te vi en Cazorla nacer;
hoy, en Sanlúcar morir.
Un borbollón de agua clara,
debajo de un pino verde,
eras tú, ¡qué bien sonabas!
Como yo, cerca del mar,
río de barro salobre,
¿sueñas con tu manantial?
Antonio Machado
Poesías Completas
Varia
XCIV
Enmedio de la plaza y sobre tosca piedra,
el agua brota y brota. En el cercano huerto
eleva, tras el muro ceñido por la hiedra,
alto ciprés la mancha de su ramaje yerto.
La tarde está cayendo frente a los caserones
de la ancha plaza, en sueños. Relucen las vidrieras
con ecos mortecinos de sol. En los balcones
hay formas que parecen confusas calaveras.
La calma es infinita en la desierta plaza,
donde pasea el alma su traza de alma en pena.
El agua brota y brota en la marmórea taza.
En todo el aire en sombra nomás que el agua
suena.